Tempo: Domingo 10 de Noviembre del 2019 a las 08am
Introduccion
Hoy celebramos la trigésima segunda misa ordinaria del domingo (32). Al entrar en las últimas semanas del Año Litrugi, el Evangelio de Lucas nos invita a escuchar las enseñanzas de Jesús sobre nuestras vidas futuras. Sobre esta resurrección, dijo: “Dios se llama el Dios de Abrahan, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. No es un Dios de muertos, sino de vivos; porque para el todos están vivos “.
Tomemos un momento de silencio para pedir perdón por nuestros pecados
Homilia
Hermanos,
Todos los domingos siempre rezamos por la profesión de fe. Hay algo que decimos juntos después del sermón, que es “Creo en la resurrección del cuerpo y la vida eterna”. Tal vez lo decimos sin darnos cuenta.”
Con respecto a la resurrección, el apóstol Pablo dijo: “Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. Pero si Cristo no hubiera resucitado, entonces nuestra fe también sería en vano”(1 Cor 15, 13).
Esta semana es la trigésima segunda semana ordinaria (32). Hacia el final de todo el año litúrgico de la Iglesia, recibimos las enseñanzas de Jesús sobre la resurrección.
– Qué es la resurrección o la vida después de la muerte?
– Cómo nos enseñó Jesús la resurrección a todos?
Hermanos,
Hoy los saduceos le preguntan a Jesús sobre la vida después de la muerte. Esta pregunta, para mí, es muy importante y aún actual.
Porque surgen preguntas porque no creen en la resurrección.
Para los saduceos, la vida humana termina en muerte. Pero los fariseos creían firmemente en la resurrección o la vida eterna.
Hermanos,
Frente a las diferencias entre los dos grupos, “cuál es nuestra actitud hacia los cristianos”
Nuestra respuesta es clara, que como discípulos de Cristo, realmente creemos en la vida eterna.
En este caso tenemos la misma opinión que los fariseos: “Dios se llama el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Él no es el Dios de los muertos, sino el Dios de los vivos, porque ante Él todos están vivos.”
Con la creencia en esta resurrección, podemos dirigir todas nuestras vidas en este mundo de manera correcta y correcta.
Si no creemos en la vida eterna, podríamos malinterpretar “la felicidad de la vida”.Por qué?
Porque, al parecer, no pocos católicos, que creen en Cristo …
Resulta que no pocos católicos, que hoy aceptan la doctrina de la vida eterna, quieren decir que la felicidad de la vida significa aumentar la propiedad, tener éxito en la educación y el trabajo, y tener el poder de guiar a otros. Limitamos las bendiciones de Dios sobre las cosas que se pueden ver.
(En mi país, Indonesia, hay una comunidad cristiana que tiene este fuerte principio: “Familia exitosa” Successful family. Este principio es para enfatizar que nuestras vidas son bendecidas por Dios si nuestras familias tienen éxito en todo. Pero no hay bendición de Dios en nosotros si nuestras familias sufren , tienen problemas en el trabajo, educación, economía.
Espero no haber encontrado esta opinión equivocada aquí en Perú.
En el Sermón del Monte, Jesús enfatizó que aquellos que son pacientes, perseverantes, gentiles, sufrientes, perseverantes y penurias son las personas felices en sus vidas)
Por lo tanto, si conocemos y creemos en la vida después de la muerte, nuestras opiniones sobre el significado y la apreciación de la vida ahora serán muy diferentes. Nos damos cuenta de que todo en este mundo es temporal. Todo lo que hacemos ahora es solo una preparación para el futuro. Siempre hay temor de Dios si queremos pecar. La vida eterna es una poderosa motivación para vivir bien y de manera adecuada mientras se está en el mundo.
(Hermano, hasta el día de hoy todavía recuerdo y sigo los consejos de las personas mayores. Comparto esta experiencia espiritual como indonesio y tengo etnia javanesa. Lo digo en idioma nativo de Java:
- Lamun sira sekti, ojo mateni: aunque si eres fuerte, no te gusta caer.
- Lamun sira banter, ojo dhisiki: aunque eres rápido, no te gusta adelantar.
- Lamun sira pinter, ojo minteri: aunque eres inteligente, no seas arrogante con la inteligencia)
Hermanos,
Es interesante que los saduceos en los Evangelios planteen el tema de la resurrección a Jesús. Tiene sentido, porque habla de cosas reales.
Todos los problemas deben resolverse humanamente, incluso sobre la vida eterna. No es difícil para todos nosotros entender.
Sin embargo, en su enseñanza, Jesús habló de dos realidades diferentes, a saber, nuestra vida ahora en el mundo y nuestras vidas en el futuro. Ambos no se pueden juntar. Los problemas en el mundo para Dios no se pueden resolver con problemas en el mundo venidero. Y viceversa.
Estamos agradecidos de que el evangelio de hoy confirme la vida eterna. Dios es un Dios vivo. Él creó el mundo, pero también lo conservó y luego lo terminará. Dios es el preservador de la vida.
